¿Eres incapaz de negarte a hacer favores a cualquier amigo que te lo pide? ¿Eres el “felpudo humano” de tu familia? ¿Crees que puedes ofender a los demás si respondes “no” a sus peticiones?
Es de vital importancia saber decir “no”. No solo cuando nos proponen algo que no nos apetece o nos piden ayuda (y no podemos o queremos) sino muchas veces no somos ni consciente que siempre decimos “si”. Lo hacemos ya de manera automática y luego nos sorprendemos que estamos sobrecargados, agotados, etc.
A muchas personas les cuesta hacerlo por miedo, culpa o indecisión.
El miedo a la reacción de los demás es una de las causas más comunes que dificulta decir “no”. Algunos por no querer hacer daño u ofender, otros porque temen la reacción del que hace la petición cuando se le diga que no.
Nos produce sentimientos de culpabilidad. Algunas personas creen que para cumplir las expectativas que los demás tienen de ellos no deben decir nunca “no”.
Por ejemplo, pensar que alguien creará que no eres su amigo si no le haces determinado favor. Estos pensamientos suelen ser exagerados. Ni se es una mala persona por no hacer un favor ni por priorizar los propios intereses. No se trata de ser egoísta y ponerse siempre por encima de los demás, pero tampoco hay que ponerse siempre por debajo.
Por baja autoestima. Por general, las personas con baja autoestima suelen tener dificultades para decir “no”. Debido a los sentimientos negativos sobre uno mismo, suelen generar conductas de evitación de determinadas acciones que creen no van a saber afrontar, entre ellas, negarse.
También porque buscamos la aprobación de los demás. En este caso se sobrevalora la opinión de los demás sobre la propia porque se busca quedar bien siempre, que se nos considere responsables y amables.
Otra razón, porque nos hacemos responsables de todo. Responsabilizarse o implicarse sobre manera con cualquier asunto por el bien común o del grupo.
También porque de esta manera evitamos situaciones de conflicto.
Además, porque ayudando a los demás esperamos que nos ayuden en el futuro si lo necesitamos.
Las Flores de Bach nos pueden ayudar en el proceso de autodeterminación.
El remedio principal es Centaury, pero a veces hace falta combinar el remedio con otros remedios como puede ser Pine, Larch, Mimulus, Agrimony, etc.
Las personas en el estado negativo de Centaury tienen dificultad para decir “no”. Suelen ser personas con tendencia a ser dominadas o explotadas por personas más fuertes. Además de descuidar las propias necesidades y deseos al tratar de complacer a los demás
El curso “Crecer y sanar con Flores de Bach” no sólo es para aprender utilizar los remedios de Flores de Bach, sino también aprender sobre cómo podemos mejorar nuestras vidas trayendo a la consciencia las emociones y estudiarlas para comprenderlas, abrazarlas (tanto las que consideremos “buenas” o “malas) y crecer/mejorar con ellas.
¡Conócete a ti mism@ a través de las Flores de Bach!
El curso que transformará tu vida.